III marxas contra paro, pobreza y desigualdades 2015: Comunicado tras la visita de las marxas a Terrassa

lunes, 3 de agosto de 2015

Comunicado tras la visita de las marxas a Terrassa

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Los tres jinetes del desastre social, el paro, la pobreza y la desigualdad, galopan desbocados atizados por las políticas nefastas de ajuste y austeridad impuestas por las instituciones de la UE y aplicadas por gobiernos serviles.

El drama del desempleo en Cataluña afecta a más de 726.100 personas y en España 5.427.700 según la última EPA, una gran parte de las cuales han agotado prestaciones y subsidios. Sin trabajo ni ingresos la pobreza crece sin cesar, para cientos de miles de familias se convierte en crónica y severa. Con la última reforma laboral y la consiguiente pérdida de derechos laborales se ha producido una masiva destrucción de empleo y una fuerte devaluación salarial que ha empobrecido a millones de trabajadores / as, donde el 60% de la población asalariada cobra menos de 1.000 euros al mes.

Mientras la desigualdad se dispara tanto en Cataluña como en España, como consecuencia de la transferencia de rentas desde la mayoría de la población empobrecida a la élite enriquecida resultante de las políticas injustas aplicadas.

Detrás de estas realidades y sus cifras se encuentran personas y familias, y el dolor, la angustia y la desesperanza de millones de personas.

El pasado mes de abril celebraron en Barcelona el FORO DE ALTERNATIVAS EN PARO, LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD. En su asamblea final se acordó convocar esta tercera marcha que pretende promover entre la población, las organizaciones sociales y los ayuntamientos un llamamiento a la movilización, la solidaridad y el impulso de medidas inmediatas para hacer frente a este desastre social. Muchos movimientos, así como entidades sociales y políticas apoyan. Te llamamos a implicarte participar en la marcha y los actos que se describen en esta publicación.

El terrible desempleo, pobreza y desigualdad que estamos sufriendo no son maldiciones bíblicas, ni consecuencias inevitables e irreversibles del orden económico, sino el resultado de un sistema económico injusto y por tanto susceptible de modificarse, cambiarse, a través de la aplicación de otras políticas y alternativas.